1. Agua de coco: El agua de coco es el líquido que se encuentra en forma natural dentro del hueco del coco. La ventaja del agua de coco es que puedes tomarlo todas las veces que quieras. Contiene varios minerales y compuestos que calman el sistema digestivo y ayudan a eliminar los radicales libres. Además, el agua de coco es un hidratante por excelencia. Si no puedes conseguirlo directo de la misma fruta, asegúrate de comprar una marca con la menor cantidad posible de aditivos.
Para prepararlo: Pela una o dos papas y rállalas. Pon la papa rallada en un colador y presiona para sacarle el jugo. Luego diluye el jugo que obtuviste de las papas con agua tibia. Tómate esto tres veces al día, unos 30 minutos antes de comer. Hazlo durante dos semanas.
3. Raíz de jengibre: El jengibre tiene propiedades anti inflamatorias maravillosas. Si mezclas partes iguales de jugo de cebolla y jugo de jengibre y lo tomas dos veces al día, sentirás alivio de los síntomas de la gastritis. Esta mezcla también combate las náuseas y cura la irritación estomacal.
Para extraer el jugo tanto de la cebolla como del jengibre puedes cortarlos en pedazos pequeños y machacarlos. También sirve rallarlos o simplemente licuarlos.
4. Agua de arroz: Este remedio es muy popular alrededor del mundo porque es fácil de preparar. Lo único que necesitas hacer es agregar una taza de arroz crudo a 4 mililitros de agua hirviendo. Deja que siga hirviendo por unos 8 minutos más, luego retíralo del fuego. Cuela el líquido y tómalo tibio dos veces al día.
5. Yogurt: Aunque no tengas gastritis, el yogurt es buenísimo para tu organismo porque los probióticos que contiene ayudan a proteger la mucosa gástrica. Los lactobacilos del yogurt natural inhiben la colonización de la bacteria Helicobacter pylori, que a veces es la responsable de la gastritis. Además, el yogurt natural o artesano te sube las defensas y hace que tu cuerpo tenga más probabilidades de luchar contra las infecciones.
Lo único que tienes que hacer es comer diariamente 2 ó 3 tazas de yogurt natural o artesano hasta que sientas un alivio. Si necesitas que tenga más sabor, puedes agregarle guineos (también llamados bananos, plátanos o cambures) y un poquito de miel. Prepáralo como un batido y tómatelo dos o tres veces al día.
6. Aceite de oliva y leche: Aunque suene extraña esta combinación, es muy eficaz en el tratamiento de la gastritis. Lo único que tienes que hacer es agregar una cucharada de aceite de oliva extra virgen a un vaso de leche tibia. Asegúrate de usar leche semidescremada o baja en grasa. Toma esto en ayunas temprano en la mañana todos los días.
7. Jugo de limón: La acidez del limón ayuda a neutralizar los ácidos gástricos. Consigue un limón mediano, córtalo en dos y exprime la mitad en un vaso con agua a temperatura ambiente. Toma esto una vez al día antes del desayuno.
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